¿Qué es una feria de ciencias?
Si alguna vez has tenido que participar en una feria de ciencias tal vez hayas tenido la sensación de que son caóticas, que implican mucho trabajo, incluso hasta habrás pensado que es una pérdida de tiempo. Sin embargo, las ferias de ciencias son un gran escenario para aprender todo tipo de habilidades, particularmente aquellas que no se aprenden en la escuela.
Una feria de ciencias es, en una definición general, una exposición pública que se hace de proyectos científicos y tecnológicos realizados por estudiantes, en donde uno de los objetivos principales es efectuar demostraciones, ofrecer explicaciones y responder preguntas relacionadas al trabajo expuesto.
Participar en una feria de ciencias obliga a los estudiantes a ir más allá de lo que normalmente se pide a los alumnos en cualquier proyecto escolar. Al tener que diseñar un proyecto para ser presentado se deben desarrollar habilidades interpersonales que van desde cómo presentar la investigación, cómo proponer y abogar por las ideas propias hasta cómo lograr la participación de las personas.
Por la naturaleza de las ferias de ciencias, una de las partes más difíciles es la presentación de resultados a un jurado que puede o no entender el material del proyecto. Explicar toda la investigación a científicos calificados puede resultar muy intimidante para quien elaboró el proyecto. En este sentido, uno de los mayores logros de poner a los alumnos a presentar en una feria de ciencias, en términos educativos, es lograr explicaciones de manera clara y precisa, una habilidad crítica a desarrollar en los alumnos y que generalmente no se enseña de manera directa en la escuela. Se trata entonces de desarrollar la habilidad de comunicarse de manera efectiva con personas externas al entorno del alumno. Otro aspecto crucial de las ferias de las ciencias antes de la presentación es el proceso de investigación que ocurre frecuentemente en un laboratorio. El desarrollo del pensamiento científico, cuando el alumno se enfrenta a la realización de un proyecto propio, es muy diferente del que se puede dar cuando les damos una práctica de laboratorio ya planeada, en la cuál únicamente deben ejecutar una serie de pasos ya establecidos. La experiencia de diseñar un experimento propio, evaluar los resultados y establecer conclusiones es uno de los procesos que más trabajo cuesta desarrollar en los alumnos, aún y cuando se pueden empezar a tener desde la primaria.
¿Cómo podemos ayudar a los alumnos a desarrollar estas habilidades? Algo que se puede hacer es trabajar con expertos en su propio ámbito, o por lo menos ser asesorado por expertos a lo largo del desarrollo del proyecto. Si bien no es fácil, existen científicos que están dispuestos a trabajar con estudiantes y ayudarlos a desarrollar sus proyectos, lo que les da a los chicos una experiencia real de trabajo, adquiriendo estas habilidades al mismo tiempo. Compartir tiempo con expertos les dará a los alumnos no solamente orientación, sino aprendizajes extras en relación con lo que ellos trabajan, algo que no se puede lograr en la escuela únicamente.
Por supuesto, no podemos dejar a un lado el aprendizaje académico que tendrá el alumno, otro gran beneficio de las ferias de ciencias. Debido a que se necesita una fase de búsqueda de información y una experimentación, el conocimiento adquirido será mayor que el que se puede dar en una clase de 50 minutos. Y bueno, además, dado que todos los alumnos presentan experimentos, puede ayudarles a definir su vocación, ya sea enfocarse a algún campo científico o darse cuenta de que eso no es lo suyo, sin embargo, las habilidades desarrolladas les ayudarán el resto de su vida.
En conclusión, aún y cuando hacer una feria de ciencias lleva tiempo y energía, la recompensa para maestros y alumnos es grande. Podemos hacer ferias de ciencias muy pequeñas, escolares, o participar en ferias científicas grandes, como la Google Science Fair. En cualquier caso, valdrá la pena la inversión, así que, ¡vamos a la feria!