Luis Guillermo Ramírez Ezquerra.

Lo que hacemos en el aula día con día se construye desde el corazón con experiencia, conocimientos sólidos y programas estructurados. Desde hace 40 años se habla también de abrir las puertas de nuestras escuelas a los cambios tecnológicos, al uso de las computadoras, los laboratorios, etc., y hemos visto pasar un sinnúmero de artefactos cuyo fin es que el alumnado ponga a prueba conocimientos y habilidades que desafortunadamente se agotan pronto: cuando el aparato en cuestión es substituido por otro mejor y su tecnología es ya caduca. El único artefacto que ha sobrevivido todas las generaciones sin ser discontinuado es, sin duda el cerebro humano. Capaz de reinventarse, nuestro cerebro es una máquina perfecta, además de ser el eje central del aprendizaje. Entonces, ¿por qué no, ponerlo al centro de la discusión pedagógica?
Actualmente existe un auge de terminología con el prefijo NEURO. Valdría la pena integrar a nuestra labor los conceptos de Neuroeducación y Neurocognición, que nos permitirán cruzar puentes entre lo que ocurre anatómicamente dentro de la mente y lo que ocurre dentro del aula.
¿Qué ocurre en la mente de nuestros alumnos durante la clase? ¿Están aquí realmente? Estrategias como el mindfulness han tratado de darnos pautas para mejorar la concentración. Pero vayamos un paso más adelante, donde convergen la neurociencia y la educación. En específico la atención, como maestros sabemos que es y será la clave para dirigir nuestros recursos mentales sobre los aspectos que les ofrecemos a los alumnos, o bien sobre la ejecución de determinadas acciones. La atención es el estado de observación y de alerta que nos permite tomar conciencia, dirigir y mantener la activación hacia un aspecto de la realidad con el fin de procesar dicha información y convertirla en un saber o habilidad. La atención está presente en todas las tareas humanas, independientemente de la tecnología del momento.
Hasta ahora para medir la atención, los recursos eran escasos y subjetivos; los docentes medíamos la atención con base al silencio o ruido en el aula, el lenguaje corporal de nuestro alumnado o los resultados de algún test, sin embargo, no podíamos saber a ciencia cierta lo que están pensando o el grado de interés, involucramiento o atención.
Hoy tenemos la oportunidad de medir el nivel de concentración de nuestros estudiantes en tiempo real, con datos científicos y así poder resolver uno de los grandes paradigmas de la educación: la atención. Gracias al hardware fabricado por la empresa Brainco, llamado Focus Edu 1, el cual mide en un algoritmo reconocido por la NASA, y por medio de un electroencefalograma no invasivo, las ondas Alfa, Beta y Theta.
Durante los meses pasado se llevaron a cabo estudios neurocientíficos en España y Latinoamérica, producto de la alianza de hardware Brainco, con la Inteligencia artificial adaptativa de Progrentis. Esta última consiste, precisamente en adaptar los contenidos y ejercicios destinados a mejorar el rendimiento y la capacidad atención al de cada individuo a partir de los datos recabados por Focus Edu.
México participó con dos mil estudiantes de veinte instituciones educativas de todo el país con el fin de tener un estudio de alto impacto por edades y latitudes. De forma global y con más de seis mil alumnos de cinco países, se convirtió en el más grande estudio de neurociencias en Iberoamérica.
Vislumbrando los alcances y la utilidad de este estudio fuera del aula, se selló la alianza estratégica BrainCo/Progrentis con el proyecto Attenzoom, un nuevo programa que medirá la capacidad atencional en empresas de Estados Unidos y China, con miras a expandirse a nivel mundial bajo la firma de BrainCo., y que fue presentado en el congreso internacional de escuelas católicas de Chicago hace pocas semanas.
Esta tecnología es capaz de personalizar las micro rutas de habilidades y destrezas, que hoy están en proceso de Patente por Progrentis, para enseñar a los alumnos a convertir la información en conocimiento bajo nuevas premisas de activación cognitiva, por inteligencia artificial personalizada, a partir de los datos obtenidos de los dispositivos Focus Edu., con apoyo de a incubadora de Harvard Innovation LAB y MIT.
Estamos por vivir el primer gran cambio en la educación global basado en neurociencia e inteligencia artificial adaptativa, La primera aportación 100% digital para personalizar como nunca se había imaginado la educación y que se enfoca en la habilidad principal para el aprendizaje: la atención.
El proyecto Neurolab es un aula laboratorio de neurociencia con toda la tecnología Brainco y Progrentis, y accesible para todos los colegios a partir del ciclo escolar 2019-2020. Este se traducirá en prácticas adaptadas personalizadas a cada uno de nuestros estudiantes y focalizadas en las funciones ejecutivas cerebrales que le permitirán aprender más y mejor y desenvolverse con naturalidad y profesionalismo ante un futuro de transformaciones generando flexibilidad cognitiva.
Para saber más, siga los siguientes enlaces o contacte a un representante de Focus Education MX:

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