¿Cuántas veces repetimos la frase “Luke, I’m your father” (Luke, soy tu padre) de la famosa película de Star Wars, o si te preguntan dónde murió Nelson Mandela, la mayoría afirmaríamos que en prisión, o recuerdas exactamente qué le dijo la reina al espejo en la película de Blancanieves?
Te sorprenderías al conocer las respuestas verdaderas a estas preguntas, ya que, por ejemplo, en El Imperio Contraataca, Darth Vader nunca dice la frase así, lo que el dice es: “No, I’m your father (No, yo soy tu padre).”
Como estos, muchos recuerdos que tenemos y que consideramos como ciertos en realidad son consecuencia de recuerdos compartidos por muchas personas, que se vuelven reales al ser socializados entre tanta gente.
Este fenómeno se conoce como Efecto Mandela, y su descubrimiento se le debe a Fiona Broome, quien recibiría con gran sorpresa la noticia de la muerte de Nelson Mandela (que por cierto murió en su casa, no en prisión) aunque ella afirmaba que recordaba con toda claridad tanto su muerte en prisión como el funeral que lo siguió. El efecto Mandela entonces se refiere a situaciones en donde muchas personas parecen recordar, de una manera semejante o incluso idéntica entre sí, fenómenos que no se han producido o que no coinciden con los datos históricos reales. Para estas personas el recuerdo es real y verídico. Por qué sucede esto? Si bien podemos encontrar muchas explicaciones, desde realidades alternativas hasta manipulaciones por parte del gobierno de nuestra mente, hay una explicación más sencilla y racional, desde la psicología. El origen del efecto Mandela puede encontrarse en una serie de procesos mentales relacionados con un mal funcionamiento o distorsión de la memoria. La persona que tiene el recuerdo falso (ojo, no miente, para ella el recuerdo es muy real) probablemente rellena su memoria de fragmentos del recuerdo, o presente la interferencia de otras informaciones. Esto sucede porque la memoria es en gran parte constructiva, es decir, recuerda los principales elementos que formaban parte de una escena y posteriormente los reconstruye mentalmente cuando necesitamos recuperar el recuerdo. A partir de esto, resulta sencillo que la introducción de nuevos elementos a posteriori o la interferencia otros pensamientos, recuerdos o creencias puedan provocar un falso recuerdo. Cuando este recuerdo se vuelve una verdad colectiva, estamos ante el efecto Mandela. De esta manera, podemos decir que se trata de un “error en la memoria colectiva”
¿Cómo se relaciona esto con la educación? Este tipo de efecto puede ayudar a señalar los vacíos que hay en el conocimiento y entendimiento de los alumnos. El punto clave es darnos cuenta, como docentes, que a los alumnos les faltan conocimientos específicos. Una vez reconocidos estos eventos, podemos establecer estrategias para llenar esos vacíos de manera colectiva. No se trata de dar contenidos nuevos a los alumnos, ya que estos recuerdos colectivos perdurarán en su memoria. Debemos, de manera inicial, descubrir qué saben los alumnos, o qué creen que saben, y enfocarse luego en los vacíos de su conocimiento. Pero ¿cómo combatir el efecto Mandela en los alumnos? Un primer paso es realizar un examen diagnóstico sencillo para determinar qué es lo que sí saben. Pero esto es sólo el inicio. A partir de ahí se pueden utilizar diferentes estrategias en clase que permitan retomar los recuerdos erróneos y corregirlos. Una estrategia que puede servir es el aprendizaje adaptativo, en donde se busca que el alumno vaya avanzando en su propio conocimiento, a partir de una serie de actividades como pueden ser lecturas, videos, actividades interactivas que le permitan ir avanzando a su propio paso y progresar en las actividades conforme su propio nivel. Esta estrategia está diseñada para que el alumno vaya avanzando en su conocimiento, subiendo el nivel conforme va desarrollando nuevas habilidades. Esto además motiva al estudiante ya que el reto es adecuado para él, y se evita que se aburra o frustre con contenidos difíciles. Esta estrategia se lleva a la par que la clase, incluso se puede manejar dentro de la misma clase, lo que además tiene la ventaja de permitir la colaboración entre los estudiantes e interactuar en grupos de estudio. De esa forma, podemos asegurarnos de ir llenando esos espacios, y sobre todo, no frustrarnos por los recuerdos comunitarios. O ustedes no se equivocaron en las preguntas iniciales de este artículo?
¿Conoces más recuerdos que representen el Efecto Mandela? Si quieres conocer más al respecto, te recomiendo el video Mandela Effect. Te invito a visitar los siguientes sitios donde los alumnos pueden ir avanzando a su propio ritmo en los conocimientos de ciencias.