Jorge Perera González.
El surgimiento de nuevas generaciones, ha traído como consecuencia un cambio importante en el mundo educativo. Se ha referido de manera habitual, a la forma de ser y de pensar de las generaciones millennial, generación z o inclusive ya; a la próxima generación alfa. Estas generaciones, sin lugar a dudas, están poniendo a prueba a la educación actual al punto de preguntarnos ¿Hasta qué punto nuestras prácticas educativas están respondiendo a estas nuevas forma de ser, de pensar y de actuar? Desde esta reflexión, es que surge la propuesta de las evaluaciones auténticas que busca responder a la necesidad de tener nuevas estrategias para los profesores para atender a las actuales generaciones que conviven dentro y fuera del aula.
Las evaluaciones auténticas parten de la línea de la pedagogía de la comprensión, trabajada por David Perkins, y del aprendizaje basado en conceptos promovido por Lynn Erickson. Ambos, parten de la idea que a las nuevas generaciones no se les puede enseñar todo por lo que es mejor enseñarles cómo aprender; por tal motivo es que se debe hacer énfasis en la comprensión de los conocimientos a través de conceptos claves y relacionados de las disciplinas. De esta propuesta, nace la primera característica de las evaluaciones auténticas que refiere a que en su esencia no sólo buscan que los alumnos reproduzcan conocimiento sino que logren demostrar su comprensión conceptual a través de la transferencia de lo aprendido llevándolos a niveles altos de pensamiento capaces de construir generalizaciones o teorías haciendo evidente su desempeño, agregaría Perkins, flexible.
Por otro lado, hay que considerar la enseñanza imaginativa de Kieran Egan. Este enfoque nos permite tener otros lentes para ver el proceso de evaluación haciendo hincapié en el vínculo entre la imaginación y los conocimientos. De tal manera, la segunda característica de las evaluaciones auténticas es formar estudiantes perfinkers (en inglés por los términos percieve, feeling, think); estudiantes que sean capaces de percibir, sentir y pensar para establecer conexiones entre las emociones, la imaginación y el intelecto logrando comprender su entorno y dotarle de un significado. Es por esto, que el diseño de las evaluaciones auténticas debe tomar en cuenta los sentimientos, las pasiones, los anhelos para enganchar el aprendizaje y los alumnos realmente se vean involucrados en construir productos que le sean significativos para la resolución de un problema, esto significa en esta línea imaginativa: humanizar la enseñanza y el aprendizaje.
La tercera característica, es el tener en cuenta un aprendizaje contextualizado. Desde Díaz Barriga y Jean Lave y Etienne Wenger, se habla del aprendizaje situado, del uso de problemáticas de la vida real situadas en diversos contextos socioculturales donde el estudiante pueda participar y poner en práctica sus aprendizajes evidenciando su nivel de desempeño. Las evaluaciones auténticas deben de tomar en cuenta exploraciones personales, locales e internacionales, tales como: formación de la identidad, épocas, vida digital; entre muchas otras que puedan brindar orientación sobre el para qué están aprendiendo. De tal manera, no sólo es tener contacto con un contexto sino realmente ser parte de él.
Tomando en cuenta estas características, las evaluaciones auténticas se pueden construir con base a una propuesta de Grant Wiggins y Jay McTighe denominada: GRASPS. A continuación se presenta la estructura para su diseño:
G = Goal - Objetivo "Su tarea consiste en...”
Momento en que se retoma a Perkins y Erickson para reflexionar sobre la comprensión que se busca que el alumno llegue al final del proceso, a través de la exploración de conceptos. Es pensar en que al final: “El alumno comprenderá que…”
R = Rol "Usted es...”
Momento de la enseñanza imaginativa para pensarse como otro personaje. Ponerse en los zapatos del otro con la intención de explorar las emociones para conectar con el intelecto y volverse perfinkers.
A = Audiencia "Su público objetivo es...”
Una conexión con el aprendizaje contextualizado para comprender el entorno al que el estudiante va a enfrentarse.
S = Situación “El contexto en el que usted se encuentra es…”
El momento esencial del aprendizaje contextualizado. El alumno reconoce una problemática de la vida real en determinado contexto sociocultural para participar y poner en práctica su aprendizaje.
P = Producto "Usted creará __con el objeto de…”,“Tiene que desarrollar __ para que…”
Dadas las condiciones creativas de las nuevas generaciones; es esencial considerar la flexibilidad de que sean los alumnos quienes presenten opciones de qué hacer y qué diseñar para resolver un problema. Podremos guiarlos estableciendo propuestas; aunque el ideal es dejarlos discutir qué pueden hacer; ya que así cobra más relevancia el vínculo con su trabajo dotándolo del elemento emocional.
S = eStándar y criterios para el éxito "Su desempeño tiene que...”, “Su trabajo se juzgará por…”, “Su trabajo tiene que…”
En este último elemento, es la consideración de lo que se va a evaluar cualitativa y/o cuantitativamente. Establecer de manera clara los parámetros de éxito para asignar un valor al proceso y al producto; que al final se aterrizará en la construcción de rúbricas que dejan ver los criterios de desempeño con los que los alumnos serán evaluados.
Es entonces, ante esta propuesta de las evaluaciones auténticas, que el mundo educativo puede beneficiarse para trabajar con las nuevas generaciones de alumnos, estableciéndoles retos y problemas reales que puedan resolver y en el proceso; dejar evidente su comprensión, su desempeño y su imaginación en la construcción de un producto final para un contexto determinado. De tal manera, conforme uno va perfeccionado la construcción de estas evaluaciones; sin lugar a dudas se fortalecerá la motivación para aprender promoviendo en los estudiantes la creación de nuevas situaciones de aprendizaje preparándolos para enfrentarse al mundo que los rodea y logren construir un mundo mejor.
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