Hablar de la educación para el signo XXI, es pensar necesariamente en retos, desafíos, problemáticas y oportunidades del enseñar y del aprender.
La UNESCO recientemente publicó un texto en 2015 coordinado por Irina Bokova, Directora General, que pretende ser la continuación y reforzamiento del famoso texto de Jaques Delors “La educación encierra un tesoro” y los multicitados cuatro pilares de la educación. Como sabemos no hay documento educativo que no recupere de alguna manera, algunos de sus fundamentos. El texto al que hago mención, tiene por nombre “Replantear la Educación” ¿Hacia un bien común mundial?
Las preguntas rectoras del documento son sin lugar a dudas, ejes que nos van a guiar en las acciones que llevemos a cabo para los diferentes escenarios educativos en los que participamos.
¿Qué educación necesitamos para el siglo XXI?
¿Cuál es la finalidad de la educación?
¿Cómo debe de organizarse el aprendizaje?
A continuación mencionaré algunas ideas que podemos reconsiderar, reflexionar y retomar en nuestro quehacer educativo:
La intención fundamental para la educación es aprender a vivir en un planeta bajo presión y para ello es necesario crear entornos o ambientes de aprendizaje adecuados, es importante señalar que el concepto de ambientes de aprendizaje es una premisa actual que amplía la visión tradicional cerrada del aula como espacio para el aprendizaje, se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y sus relaciones más allá del espacio físico y de la infraestructura escolar, centrada en el alumno y en su autoaprendizaje, en el desarrollo de su pensamiento crítico, creativo y colaborativo.
El sustento para la educación, desde la visión que presenta la UNESCO, es el sentido humanista y la universalidad de los derechos humanos para poder afrontar los grandes problemas del siglo XXI: intolerancia religiosa, movilización política, desempleo debido al aumento de población (uno de los datos que me llamó más la atención es que para el año 2050 se habrá duplicado el número de ancianos que hay en la actualidad). Otros temas relevantes son conflictos por La identidad y un sistema económico que pareciera ya no da más y que ha generado polarizaciones sociales que suenan escandalosas. Los reguladores de los componentes sociales se encuentran en crisis la sociedad, el mercado y el estado.
De acuerdo al documento de la UNESCO, la violencia es el síntoma central de la enorme crisis que estamos viviendo y que en los últimos años hemos palpado tristemente todos los días de forma muy cercana en nuestro país. Para poder ir contrarrestándola los que estamos en el campo educativo, debemos buscar formar en nuestros estudiantes competencias que tomen como centro el desarrollo sostenible como el gran marco de referencia para toda la acción educativa.